25 de abril de 2013

Tres propuestas para afrontar la crisis si eres estudiante

Artículo realizado por Luis Núñez Canal, responsable de Prensa en everis.


luis-canalHace unos días se conoció que el número de parados había superado en España los cinco millones de personas por primera vez en la historia, lo que equivale a más del 25% de la población activa. Para colmo, este ratio casi se duplicó entre los más jóvenes. Ante un panorama tan poco generoso, es más que lógico tener algo de desconcierto y más de una duda sobre cómo afrontar el futuro.


Sin embargo, la situación puede tener una doble lectura y donde los medios no dejan de hablar de crisis y de debacles, también se puede ver el lado positivo de esta coyuntura. Desde que comenzó la crisis el número de emprendedores se ha multiplicado y se nos ha abierto, como por arte de magia, las puertas para viajar a otros países y seguir formándonos como personas, al tiempo que trabajamos en compañías que nos dan la oportunidad de salir al extranjero y crecer profesionalmente.


Para ello y pese a que la frase “hay que saber idiomas”, se ha convertido casi en un cliché, es importantísimo hablar inglés. No obstante, los hispanoparlantes tenemos la suerte de comunicarnos en la segunda lengua más hablada del mundo. Con todas las empresas españolas que operan en países latinoamericanos, la oportunidad de salir y convivir con otras culturas viene servida en bandeja de plata.


Aun así, no todo el mundo está dispuesto a dejarlo todo, meter su vida en una maleta y hacer mundo. Algo comprensible que, por otro lado, no tiene por qué suponer que se desaprovechen oportunidades profesionales del más alto nivel. Otra buena opción a la hora de afrontar la crisis que nos acecha es el emprendimiento.


Se trata de un concepto que no paramos de escuchar día a día y que muchas veces se pasa por alto. Aunque todos conocemos casos de jóvenes emprendedores que han hecho fortunas millonarias como Mark Zuckerberg, Larry Page o Sergei Brin antes de cumplir los treinta, hay miles de ejemplos mucho más cercanos en nuestro día a día que seguir como ejemplo. No hay más que abrir Google noticias para ver la enorme cantidad de ideas emprendedoras que acaban convirtiéndose en negocios. Cierto es que puede dar un poco de respeto la idea de acabar la carrera y empezar a construir un negocio cuando todavía no se cuenta con la experiencia ni el conocimiento del mercado. ¿Pero quién no se arriesga alguna vez cuando es joven?


Aun así, y para aquellos que tienen los pies más en el suelo, ha surgido un ecosistema personas y de empresas (business angels y fondos de inversión en su mayoría) que ayudan a los emprendedores a que sus proyectos se conviertan en empresas rentables que den trabajo a quienes las concibieron, pero también a otras personas.


Aunque, por su puesto lo hacen a cambio de una búsqueda de beneficio a medio plazo, se dedican a detectar ideas con talento y el potencial de convertirse en negocios que, por la juventud de sus integrantes muchas veces no tienen todas las oportunidades de contactar con clientes de primer nivel o la suerte de contar con financiación para empezar a dar sus primeros pasos. De este modo, ideas que tardarían mucho tiempo en hacerse realidad o que corren el riesgo de pasar inadvertidas en el mercado, pueden acelerar su crecimiento de forma exponencial gracias al apoyo de personas que ya han pasado por esa situación y dominan tanto el funcionamiento de una startup como el entorno en el que van a desarrollarse.


En momentos de crisis como el actual surge lo mejor de cada persona. Aflora el espíritu emprendedor entre quienes sufren necesidad y, al mismo tiempo, se potencia la vocación del mecenazgo que no busca otra cosa que captar y retener el mejor talento, para ponerlo a disposición de toda la sociedad. Se trata de una oportunidad que en tiempos de bonanza no estaba tan patente y que debemos aprovechar. Es el caso, por ejemplo, de la fundación everis, que lleva más de diez años fomentando el espíritu empresarial a través de su Premio Emprendedores y que en la edición de este año, conceden 60.000 euros al proyecto ganador.


El emprendimiento es una opción que en momentos como este, no sólo es una moda, si no parte de la fórmula mágica que nos llevará hacia la salida de la crisis. Con su riesgo, su ilusión y su esfuerzo, los emprendedores no sólo generan soluciones y trabajo para otros. También aportan su granito de arena para que la sociedad sea mejor. Quienes deciden tomar las riendas de su destino laboral muestran el camino a aquellos que no son conscientes de su potencial e incluso se acaban convirtiendo en promotores de futuros proyectos empresariales.












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